Lo qué mas amo de ti: tu piel.

Posted by Renzo Donovan | Posted in | Posted on 11:54


Recuerdo tu lozana tez junto a la piel.
¡Ay! Cuánto deseo sentir tu pecho junto a mi rostro.
Cuánto deseo sentir tus caricias; y así dormir, para amarnos como solo nosotros sabemos amar. Cuánto deseo pintar con mis labios, tus rodillas, tus manos, tu rostro y tu cintura. Así, dejar a mis manos ahondar en el misterio de tu alma.

¡Ay! Qué abrigo emanan tus beso; cuánta ternura y delicadeza.
Y cuán gélidos son tus ojos y dedos ahora.

Qué lejos los vientos vespertinos, que sobre dos cuerpos felices soplaban.
Qué anciana es esa tarde en la que a tu lado, reposó mi corazón.

¡Ay, alma mía! Si despierto entre la bruma con el recuerdo de un sueño
en mi ojos; un sueño donde jugábamos a querernos, un sueño que desvanece
al rayar el alba.
Un sueño, solo eso: un sueño.

Tu tersa y cálida piel con salero se contonea al ritmo de mis anhelos,
a la exigente música de mis recuerdos; ora se entrega, ora ahonda en pasión,
ora entrelaza el alma tuya con la mía.

Llega una doncella que con los rizos negros extendidos al cielo, luce su vestido plateado. Anuncia: cesa y se extingue el amor en la memoria, joven poeta; las garatusas se extinguen en la frente, y los besos regresan al viento del ayer.

Aquella tarde, donde junto a ti dormí, donde  fue tu piel la devoción de mis suspiros,
donde fue tu piel la alfombra donde descansaron  mi amor, y mi cariño alguna vez. Aquella tarde, ya gastada, ya acabada, a la muerte se rinde. Y con ella nuestro amor fenece.   

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